6 Tendencias De Marketing de Arte Del Reino Unido


 

Esta es una presentación dada por el fundador de MuseumNext, Jim Richardson en la Conferencia British Council Digital Creative Conference (también está disponible aquí en japonés). El corazón de lo que voy a hablar hoy es cómo las instituciones del arte en Reino Unido están respondiendo a las cambiantes expectativas de sus audiencias mediante el marketing.

La fuerza motriz tras este cambio ha sido internet, que en la última década ha evolucionado desde ser un sitio donde la gente entra para encontrar información a un sitio para crear, conservar y compartir contenido online.

Nuestra sociedad ha experimentado un cambio socio-cultural, con adiencias que pasan de ser consumidores pasivos de información a participantes activos que quieren tener su propia voz. En esta nueva realidad, las instituciones culturales han tenido que moverse más allá de las campañas de publicidad tradicional, y confiar más en las revisiones positivas de unos pocos críticos con autoridad. Después de todo, ahora todo el mundo está capacitado para ser crítico, con la habilidad de compartir sus opiniones potencialmente con millones de personas, mediante las webs populares de medios sociales como Facebook y Twitter.

Los consumidores de cultura de hoy están quizás más informados que nunca antes y con este cambio, las artes se estan moviendo de ser publicidad no dirigida a dirigirse a conseguir una implicación del consumidor.

Hacerse “Social

Facebook es la red social más popular en Reino Unido, con un número estimado de usuarios de 24 millones, y el punto de partida para muchas instituciones ha sido establecer páginas en esta web.

Esto tiene mucho sentido, tomar el contenido sobre arte en un espacio donde muchísima gente pasa el tiempo.

La inmensa mayoría de los sitios de arte de Reino Unido hacen acto de presencia en Facebook y TATE es quizás el más exitoso de esto con más de 140.000 usuarios de Facebook escogiendo mostrar su afiliación en la galería.

Una de las ventajas de llevar una institución como TATE en Facebook es que los usuarios de esta web participan con ellos a un nivel que simplemente no se da en otra web. Por ejemplo, el contenido publicado en la página de Facebook de TATE recibe regularmente unos 100 comentarios de miembros del público.

La otra red social principal en Reino Unido es Twitter. TATE también es muy activo en esta web, con más de 246.000 personas apuntándose para suscribirse a sus noticias de la galería mediante este sitio. Esto hace de TATE la marca Británica más popular de Twitter.

Hacer marketing con el público del arte mediante Facebook y Twitter es muy diferente de la publicidad tradicional. La gente pasa mucho tiempo en estos espacios digitales y no responden bien a una corriente de mensajes de ventas. En sus lugar, las organizaciones de arte necesitan crear relaciones y reconocimiento de la marca, confianza que muestra la investigación que aquellos que escogen afiliarse a una marca en redes sociales problemente son más propensos a gastar su dinero en esta.

TATE ha caminado por la estrecha linea que está entre crear una comunidad y vender su producto significativamente bien, con descuentos para los fans de Facebook, consiguiendo un camino particularmente exitoso para crear ventas de entradas medibles.

Iniciar Conversaciones

Mientras que mantener conversaciones que lleven a la participación es clave en las redes sociales, estamos viendo cada vez más un deseo de los consumidores de cultura de continuar estas charlas en las webs de las instituciones de arte.

En respuesta, los museos están cambiando su acercamiento a las webs desde lugares para encontrar información a experiencias sociales más personalizadas y atractivas.

Un ejemplo de esto son las Yorkshire’s Favourite Paintings, una web que reúne colecciones de 24 museos y galerías de arte. Como en una colección tradicional, ésta ofrece información sobre las obras de arte y los artistas que las pintaron, pero la premisa central de la web es pedir al público su opinión.

Se anima al público a que haga esto con el incentivo de ganar la réplica de una pintura o, como promete la web: “Háblanos de tu pintura favorita y puedes llevártela contigo a casa.”

Mientras que el Museo tradicional ha valorado más lo que el conservador o el crítico de arte piensan de una pintura, esta web sabe que el público también tiene una opinión del arte.

Una pintura podría ser seleccionada por varias personas como su favorita y cada una tendría su propia historia de qué significa una obra de arte para ellos. A menudo, estas historias son muy personales. Por ejemplo, una persona escribió sobre cómo su abuela le había dicho que un retrato se parecía a ella cuando era joven, algo que no pudo creer hasta que ella le mostró una fotografía, y ahora esta persona deseaba ganar una copia de la pintura para dársela a su abuela.

Las historias ofrecen a la gente un punto de partida diferente cuando se acercan al arte y las galerías. Las opiniones pueden ser diferentes de la de los conservadores, pero son igualmente válidas.

Las webs han generado unos rumores positivos sobre las galerías que contienen las 100 pinturas que aparecieron en la web. Quizás la respuesta perfecta viene de la mano de un usuario de Twitter llamado @fletchthemonkey: “Extasiado por la calidad de las pinturas colgadas en @YorkshiresFav, ¡creo que los planes para la semana serán ahora revisados para ir a ver alguna!”.

Otro ejemplo de una organización de arte que importa la lección aprendida de la web social en su propia web es la National Theatre Wales, una organización fundada en 2008.

Quizás debido a que el teatro nació en medio de la revolución de los medios sociales, ha puesto el énfasis en crear una comunidad de creadores y consumidores de teatro que conjuntamente crean actuaciones que cambian la forma en que miramos el mundo.

La web del National Theatre Wales es la plataforma para este intercambio; una red social de más de 2500 personas que han ayudado a dar forma a todo, desde las producciones individuales hasta la dirección de la organización como un todo.

El National Theatre Wales afirma que el teatro siempre ha girado en torno a formar una relación con el público y no sólo a vender entradas. Pero creando una comunidad en torno a su trabajo, están animando las conversaciones sobre su trabajo y un sentido de pertenencia al mismo, propiedad o aifiliación con la organización.

Este tipo de marketing boca a boca positivo es increíblemente poderoso. Esto es porque las recomendaciones personales siempre han sido más efectivas que la publicidad tradicional y los medios sociales magnifican estas conversaciones, transmitiéndolas a un número incontable de personas.

Crowdsourcing

La Royal Opera House no es quizás el lugar más evidente para encontrar usos innovadores de la tecnología; quizás es una de las instituciones artísticas más tradicionales de Londres.

Sin embargo, el pasado año 2009, la Royal Opera se dirigió a Twitter para pedir a los miembros de su público que compusieran un nuevo libreto, un tweet de 140 caracteres a la vez, también llamado Twitter Opera.

Esto no era en realidad un intento serio de crear una obra maestra, sino un ejercicio para llegar a las personas que pudiesen pensar que la ópera no era lo suyo.

La Twitter Ópera captó la imaginación de los miembros del público, 900 de los cuales hicieron con entusiasmo sugerencias para la pieza final. Las sugerencias fueron moldeadas en una producción de 20 minutos por compositores profesionales y se representó en la Royal Opera House.

Mientras que la crítica tenía sus puñales listos con la producción, el resultado final recibió revisiones positivas entre las que estaba la de un columnista que la describía como “verdaderamente muy fácil de ver y escuchar y más divertida”.

La iniciativa atrajo una gran atención por parte de la prensa, generando publicidad para la organización tanto en Reino Unido como fuera y esto, unido a los rumores online, atrajo a 1000 personas a la Royal Opera House a través de cuatro actuaciones.

Esta idea de coproducir las artes con los miembros del público ha sido abrazada por una gran variedad de instituciones, desde la escena hasta el museo, cambiando a estas organizaciones de ser lugar para ver las artes a plataformas para la creatividad.

Esto cumple con las expectativas de cambio del público británico, que cada vez quiere más experiencias participativas.

Un proyecto artístico que llevó esto a sus extremos fue una exposición llamada Democracy que tuvo lugar en el Norte de Inglaterra en 2009.

Este proyecto estaba dirigido a crear la exposición más democrática del mundo. No sólo se pidió a los miembros del público que presentasen sus obras de arte mediante una llamada abierta con entradas, sino que también seleccionasen las obras que se exhibirían mediante las votaciones online.

Se presentaron 340 obras de arte mediante la web en un período de algo más de 5 semanas y las 50 piezas más populares fueron expuestas en una galería.

La competición para ganar votos suficientes para salir en la exposición significaba que cada participante empezase a hacer marketing de la exposición entre su red de amigos, corriendo la voz de forma viral a través de Facebook y Twitter.

Estas dos redes sociales fueron las responsables de enviar más de 5000 visitas a la web de Democracy sobre las 5 semanas que estuvo abierto el proyecto, haciéndolas una fuente importante de publicidad para la exposición.

En la galería, este concepto de Democracia fue continuado donde las 50 obras de arte se proyectaron digitalmente y los visitantes pudieron votar por sus obras de arte favoritas desde sus teléfonos móviles. Un voto incrementaría el tamaño de la obra de arte preferida, y disminuiría el tamñano de las de su alrededor, haciendo que la exposición mejorase con el tiempo a ojos del público (que eran por tanto los conservadores). Este formato de exposición en constante evolución animó a los visitantes a seguir volviendo a la galería.

El Crowdsourcing es una tendencia particularmente popular entre las instituciones de arte de Reino Unido, y muchos están utilizando este acercamiento para llegar a su público mediante la apelación a su lado creativo. Y aunque la idea de una exposición administrada por el público puede correr el riesgo de ser acusada de “embrutecerse”, la tendencia no muestra signos de desaparecer.

Al otro lado de la pared

Con públicos que se esfuerzan en encontrar tiempo para experimentar las artes, la tecnología está permitiendo a las organizaciones artísticas a encontrar nuevas formas para compatibilizar esto con las apretadas agendas de la gente. En mayo de 2010, el Museo de Londres lanzó una aplicación gratis para iPhone que permite a cualquiera experimentar un trozo de historia en más de 200 sitios de Londres.

Mirando a la pantalla de su iPhone, usted puede superponer momentos de la historia a través de las escenas del presente. Estos pueden verse como una alineación fantasmal, o las imágenes del archivo pueden explorarse en detalle junto a la información sobre las pinturas y fotos de Streetmuseum.

La aplicación en sí misma era una herramienta de marketing, lanzada justo antes de la apertura de nuevas galerías del museo y atrajo una gran cantidad de publicidad gratis con extensas presentaciones de la misma en varios periódicos Británicos.

Pienso que donde realmente funciona la aplicación es en hacer al Museo de Londres más accesible al público que tradicionalmente no visita el museo, cuando se compara con las opciones culturales inabordables que Londres ofrece.

Otra iniciativa de arte del Reino Unido que usa la tecnología moderna para llegar a un nuevo público es la del National Theatre Live. Este transmite teatro en vivo para los cines del mundo. El 25 de junio de 2009, la primera de estas emisiones llevó la producción de Nicholas Hytner del Fedro de Racine a 70 cines de Reino Unido para un público de 14000 personas y otras 14000 personas lo vieron en vivo en el resto de Europa y Norteamérica. Las cifras finales de audiencia, previéndose las posteriores emisiones, se estima que será de unas 50000 personas.

La investigación llevada a cabo por el National Theatre de Reino Unido halló que la Ntlive llegó a nuevas audiencias. La mayoría de los que asistieron a las puestas en pantalla tomaron conciencia de ellas gracias a que los cines mostraron las producciones que indicaban que el National Theatre estaba acercando al cine al público mejor que perder su propia audiencia con esta alternativa más barata.

De hecho, el 33.9% de los que vieron la producción en los cines dijeron que ver en la pantalla la NTLive les había animado a ver la producción en el National Theatre. Muchas otras instituciones de arte de Reino Unido también están desarrolando nuevas formas para atraer a la audiencia mediante la tecnología, con aplicaciones para iPhone como una forma popular de lograr esto.

Muchos, como la NTLive, están descubriendo no sólo nuevas formas de llegar a la audiencia, sino nuevas fuentes de ingresos que pueden ayudar a mantener sus actividades principales.

Colaboración

El mismo día en que la memoria del anterior Primer Ministro de Reino Unido, Tony Blair, A Journey, fue publicada para una reacción y controversia considerables en los medios, el debate de otro tema estaba copando totalmente los gráficos de tendencia de Twitter.

Un evento de un día, llamado “Ask A Curator” (Pregunta a un Conservador de Arte) dominó el poder en la red de los museos y galerías de Twitter para crear un diálogo global entre los miembros del público y los conservadores.

340 conservadores de instituciones de todo el mundo participaron en un evento que sería imposible antes del advenimiento de la tecnología de los medios sociales. Se cambiaron más de 10000 mensajes entre museos y miembros del público durante el transcurso del 1 de septiembre de 2010.

Al trabajar juntos, estos museos y galerías fueron capaces de hablar por encima del ruido de las redes sociales y anunciarse tanto por medio de la prensa, que tomó la historia por todo el mundo y por medio del público, muchos de los que se sorprendieron por lo que podrían haber percibido como instituciones “de miras estrechas” que abrían sus puertas a preguntas en Twitter.

Un miembro del público comentó: “Al menos, los museos están haciendo algo útil en Twitter, mejor que simplemente enviar mensajes publicitarios”.

Sin embargo, Ask a Curator, fue también una campaña de marketing muy efectiva. Una investigación halló que la mayoría de aquellos que hicieron preguntas dijeron que intentaron visitar el museo que les respondió.

El éxito de Ask A Curator ha sido imitado por Ask Shakespeare (pregúntale a Shakespeare), Ask a Conductor (Pregúntale a un Director) y muchos otros grupos desde que tuvo lugar en septiembre, mostrando que esta forma de colaboración puede funcionar con muchas formas de arte.

Una Night Less Ordinary (Una Noche Menos Ordinaria) es otro proyecto que ha reunido los lugares de arte para alcanzar nuevos públicos, en este caso gente joven que nunca había visitado antes un teatro. Desde febrero de 2009, esta iniciativa financiada por el gobierno ha ofrecido a la gente de menos de 26 años entradas gratis para el teatro para más de 200 teatros de Inglaterra, siendo la premisa simple que el precio es el mayor obstáculo para que este grupo vaya al teatro.

La gente joven se apuntó para conseguir entradas de teatro gratis a través de una web que ofrecía representaciones en toda Inglaterra, ofreciendo una web fácil de usar. La iniciativa ha repartido más de medio millón de entradas para el teatro y añadió estos nombres en las listas de correos de los teatros que participan en la iniciativa.

El 78% de esa gente joven que fue encuestada dijo que probablemente volvería de nuevo al teatro después de haber asistido a esa actuación gratuita.

El tipo de acercamiento colaborativo ustilizado por Ask A Curator y A Night Less Ordinary se está convirtiendo en la forma normal de operar de las organizaciones de arte de Reino Unido, acelerado quizás a causa de la reciente crisis económica.

Las organizaciones de arte están demostrando que mediante el trabajo conjunto pueden hacerse oír en un mundo copado por los mensajes publicitarios.

Gamification: Hacer del Arte Un Juego

Otra tendencia que parece que está despegando en los museos de Reino Unido es la gamification de las experiencias para alcanzar nuevos públicos que quizás no pensasen que el arte era lo suyo.

Ha existido toda una generación de gente joven que se educaron jugando a juegos de ordenador y esto plantea obstáculos y oportunidades para las artes.

Un jugador de videojuegos es el protagonista, situado en el centro de la historia y esta es la forma mediante la que cada vez más gente prefiere aprender. Pero esto es muy diferente de la experiencia que tienen cuando visitan un museo o se sientan en el teatro.

La tecnología está, sin embargo, ofreciendo respuestas con aplicaciones para móviles que convierten a los museos en juegos de mesa y ofrecen tanto una experiencia que es quizás más atractiva para la gente joven como una herramienta educativa para animar a este grupo de difícil acceso para que aprenda arte.

TATE Trumps es un ejemplo de esto. Este juego está basado en el popular juego infantil Top Trumps y se juega en el TATE Modern usando un iPhone. Los jugadores tiene que correr por la galería recogiendo las siete obras de arte que crean que batirán a las que recogieron sus amigos y entonces de reúnen para combatir.

Pienso que esto es un ejemplo excelente de un museo que utiliza una aplicación para iPhone como herramienta de marketing, extendiendo una experiencia cultural a un grupo que podría pensar que el arte no es lo suyo.

Los juegos parecen ser una tendencia increíblemente popular en el sector de los museos en estos momentos.

Conclusión…

Esta es simplemente una pequeña muestra de cómo las artes en el Reino Unido están usando la tecnología para llegar a un público creciente. Muchos de los que están innovando prosperan, mientras que los que rechazan el cambio están buscando en el sitio equivocado.

 

Twitter para los museos


 

Esta historia de enorme éxito en internet de 2009 fue indudablemente de Twitter, la plataforma de “microblogging” que, con la ayuda del respaldo de celebridades, creció pasando de tener 6 millones de usuarios a 18 millones en tan solo 12 meses y cuya estimación de crecimiento para el próximo año está en los 26 millones.

El crecimiento y éxito de la web no se escapa a la atención de los museos y al inicio de 2010 más de 1000 instituciones de 34 países se habían unido a Twitter, atraídas por una gran audiencia potencial y una plataforma gratis y fácil de usar.

Entonces, ¿Qué Es Twitter?

Twitter es una plataforma de “microblogging”; una web donde la gente comparte lo que está haciendo o de lo que han encontrado con otros mediante el envío y recepción de mensajes cortos conocidos como “tweets”.

Lo que define a Twitter es el formato breve de estos Tweets: cada mensaje está limitado a sólo 140 caracteres de texto, haciéndolo rápido de usar y actualizar.

Estos mensajes son enviados y recibidos a través de la web de Twitter.com o a través de aplicaciones de terceros que traen estos mensajes o tweets al escritorio de un ordenador o un teléfono móvil.

Así como puedes “twitear” un mensaje, también puedes “retwitearlo” o seguir un mensaje que otro ha escrito para tus seguidores. Si escribes mensajes atractivos, informativos y entretenidos en Twitter, deberías conseguir que la gente “retwitee” lo que estás escribiendo también.

Aunque los tweets y los retweets son públicos y cualquiera puede leerlos, los mensajes directos son privados y sólo pueden ser leídos por aquellos a quienes se los envías. Sin embargo, la persona a la que quieres enviar un mensaje directo, debe ser tu “seguidor”, para que tengas permiso para enviarle un mensaje directo.

¿Cómo Es Twitter Útil Para Los Museos?

La mayoría de los museos se sienten atraídos por Twitter como una herramienta de marketing; puede actuar como una moderna lista de correo, permitiendo al museo emitir rápidamente información para un gran número de personas que han escogido escuchar más cosas sobre su museo.

Sin embargo, cuando un museo se une a Twitter, rápidamente se da cuenta de que la web tiene más que ver con una comunidad, y utilizarla sólo para emitir mensajes publicitarios desanimará rápidamente a la gente. En lugar de como un museo, puedes hablar con aquellos que escogen seguirte, entretenerlos, animarlos e informar a los usuarios de Twitter con un informe de tu institución tras las escenas y actualizado al minuto. Esto puede crear una base de seguidores leal; un tipo de “socios” del museo del siglo XXI.

Twitter también es una gran forma de compartir información con tus seguidores; la mayoría de los tweets presentan enlaces y al enlazar con el contenido en otras webs, puedes anticipar los objetivos educativos de tu museo a través de la web.

Cómo Empezar En Twitter

Recomendaría a toda la gente que piense en crear una cuenta de Twitter para su museo que primero se una a la web como un individuo. Esto te permitirá dominar el funcionamiento de Twitter y aprender de los museos que ya están twiteando. Es fácil encontrar museos mediante la herramienta de búsqueda de Twitter. Puedes seguir tantas instituciones como quieras y no necesitas limitarte a un país. MoMA (su nombre en Twitter es @MuseumModernArt) se ve como a una institución líder en la web y tiene una gran cuenta en Twitter a la que seguir y de la que aprender.

Una cosa que aprenderás del MoMA es que aunque se trata de un gran y prestigioso museo, identifican a la persona que escribe en nombre de la institución y permiten que los tweets que escriben tengan personalidad. Con sólo 140 caracteres de texto con los que trabajar, el tono de voz es increíblemente importante en Twitter y tu museo necesitará llegar a sentirse cómodo con un tipo de escritura más “de la calle” y rápida.

Este período de investigación también es un momento perfecto para buscar a gente que hable de tu museo, porque incluso aunque no escribas de tu museo en Twitter, existen muchas posibilidades de que lo hagan tus visitas. Puede usar las herramientas de búsqueda de Twitter o un sitio externo como SocialMention.

Consigue que la gente de alrededor se implique sobre cómo Twitter podría encajar con tu organización y empieza a desarrollar un esquema con algunas ideas sobre cómo podrías lanzar y gestionar una cuenta de Twitter para tu museo.

Las actividades en la que necesitarás pensar son:

Escuchar – todos los días deberías hacer una búsqueda del nombre de tu museo y mirar qué está diciendo la gente de tu institución - ¿están preguntando algo en lo que les puedas ayudar?

Transmitir – deberías transmitir dos o tres tweets al día. Te recomiendo que planees la mayoría de estos mensajes con antelación con temas como Hecho del Museo del Lunes, Adivina el Objeto del Día, Fotos tras la escena de fotos de una exposición que se está haciendo o enlaces al vídeo de un evento en YouTube. Hacer preguntas es otra gran forma de animar a tus seguidores a participar en tu museo – si te preguntas qué podría querer un público concreto de ti, ¿por qué no preguntárselo?

Responder – deberías sentarte delante del ordenador un rato todos los días para responder a los mensajes en Twitter. También deberías debatir con tus colegas temas tales como por ejemplo: cómo responder a un comentario negativo. La mayoría de los museos tienen directrices para tratar las quejas fuera de la red y éstas sólo necesitan ser revisadas para considerar como pueden funcionar en Twitter.

No dejes que la idea de un comentario negativo te aparte de unirte a Twitter, aunque es igualmente posible que la gente hiciese el mismo comentario negativo si no estuvieses en la web y estar presente te dará la oportunidad de cambiar las opiniones y aprender de tus errores. Cuando mires la reputación en Twitter de otros museos, verás que existe casi siempre una vibración muy positiva y de compartir, ya que sus seguidores de Twitter son también sus mayores fans.

Cuando sientas que entiendes bien cómo funciona esta web por tu experiencia con una cuenta personal y hayas pensado sobre cómo vas a gestionar Twitter a diario, entonces estarás preparado para crear una cuenta para tu museo.

Atrayendo a seguidores

A menos que crees un feed en tu sitio o una página en Facebook, la única gente que verá lo que escribes en Twitter serán aquellos que escojan suscribirse o seguir los tweets de tu museo, por lo que es importante atraer nuevos seguidores.

La forma más fácil de empezar es añadir un logo de Twitter a la web de tu museo y correr la voz de forma viral al equipo y mediante este a sus amigos. Quizás también quieras añadir tu nombre de Twitter a los folletos y promocionarlo en el museo. Con tu plan editorial bien situado, tendrás montones de contenido interesante que compartir y tus seguidores deberían retwitear con gusto esto en su propia red de seguidores y empezar a correr la voz sobre tu museo de forma viral.

También podrías ofrecer incentivos como unas entradas de premio para una nueva exposición o una recompensa a tu seguidor número 1000 con mercancía gratis de tu tienda.

¿Qué Es Lo Siguiente?

Se prevé que Twitter va a crecer durante los próximos nueve meses, pero también ha generado algo de cambio cultural con más y más gente compartiendo sus experiencias en tiempo real.

A finales del 2009 Google empezó a indexar estas emisiones en vivo en tiempo real en sus búsquedas y ahora se está volviendo cada vez más probable que el primer resultado que alguien encuentre cuando busquen un museo sea una revisión de alguien que acaba de visitar tu sitio, antes que tu web oficial.

En términos de oportunidades de compartir, emitir, conectar, investigar, retransmitir y alcanzar a tu audiencia, las posibilidades de Twitter son interminables.

Manifiesto Incompleto de MuseumNext


 

Esto es un “Manifiesto Incompleto de MuseumNext” tal como lo presentó Jim Richardson en la conferencia Join To Create (Juntos Para Crear) de Amsterdam el 19 de enero de 2010. Este aúna ideas sobre cómo los museos y las galerías pueden usar la tecnología para crear experiencias más atractivas para los visitantes:

Nosotros evolucionaremos

La tecnología ha provocado un cambio cultural; la forma en que la gente actúa está cambiando. Los museos deben evolucionar para satisfacer las expectativas de esta audiencia en pleno cambio.

Nosotros cambiaremos de la didáctica al diálogo.

Los museos deberían ser plataformas para el intercambio, aceptando que todo el mundo tiene algo válido con lo que contribuir.

Estaremos abiertos

Deberíamos utilizar la tecnología para tomar a la gente “tras la escena” y darles un acceso directo a nuestro equipo profesional y experiencia.

Nosotros daremos poder a la audiencia para que nos haga mejores

Utilizaremos la tecnología para crear nuevas oportunidades para nuestro público, para que ofrezca voluntariamente su tiempo y ayude así a mejorar nuestros museos.

Crearemos experiencias personalizadas

Los museos necesitan mirar más allá de ofrecer la misma experiencia a todos sus visitantes y utilizar la tecnología para ofrecer experiencias personalizadas.

Seremos Sociales

La tecnología debería ser utilizada por los museos para reunir a la gente y extender el alcance de los proyectos de nuestra comunidad.

Nosotros meteremos a la audiencia en nuestra historia

Deberíamos dar a nuestras audiencias la oportunidad de ser protagonistas en la experiencia del museo o la historia, sabiendo que muchas personas prefieren esta forma de aprender.

Utilizaremos plataformas para la creatividad

Un museo no debería ser tan sólo un lugar para ver la creatividad de otra gente; debería ser una plataforma que anime a todos a ser creativos

Nosotros existiremos más allá del museo físico

La tecnología capacita a un museo para participar con la gente fuera de su ubicación física, aumentando el alcance geográfico y el impacto que puede tener.

¿?

Este décimo punto se ha dejado en blanco a propósito. ¿Qué piensa usted que debería ser? Por favor, deje sus pensamientos en la sección de comentarios de abajo.

¿Qué puede hacer el iPad por los museos?


Aunque sólo hace muy pocos años que se introdujo la tecnología multi-touch en los primeros iPhones, ya nos hemos familiarizado con la forma en que los dispositivos de comunicaciones integran sin problemas los recursos de la vasta información de internet y las redes sociales. Las tecnologías interactivas de alta gama son ahora tan habituales que muchos de nosotros las llevamos en nuestros bolsillos todo el día. Y con la crecida de las aplicaciones para smartphones, ahora esperamos rutinariamente que estos productos sean infinitamente adaptables y actualizables.

Para los museos y las galerías que buscan nuevas e inspiradoras formas de generar interacción entre los visitantes y las colecciones, esta democratización de la tecnología es quizás a la vez una bendición y una maldición. Por un lado, los visitantes ya no se sorprenden por ver una pantalla táctil ni instalaciones de software informático per se. Por otro lado, la disponibilidad de productos adaptables y de mercado de masas ofrece a los museos un fácil acceso a un hardware más inteligente por menos dinero. Al mismo tiempo, los visitantes estarán a menudo familiarizados ya con la plataforma de hardware y pueden incluso utilizar sus propios dispositivos personales para acceder o interactuar con el contenido multimedia de la exposición.

Los últimos productos para el consumidor que mejor se prestan para el uso en el museo y la galería – y probablemente los mejor adaptados hasta ahora – son los dispositivos tipo tablet como el iPad y el Samsung Galaxy. El iPad de Apple es claramente el líder y principal reproductor aquí y ya hay ejemplos de museos que aprovechan este dispositivo para ofrecer contenido e interacción a los visitantes, a pesar de tener menos de un año de antigüedad. En algunos casos, los iPads se usan por los museos para presentar versiones expandidas y más ricas de sus aplicaciones para iPhone existentes. El Museo Americano de Historia Natural ha lanzado una versión en iPad de su aplicación Dinosaurs y la aplicación para iPhone Rooftop Garden de SFMoMA, que ofrece un tour por su jardín de esculturas que también ha sido mejorado para el iPad.

Pero el Museo de Melbourne decidió construir una aplicación para iPad dedicada como parte de la celebración de su décimo aniversario. La aplicación gratis Please Touch the Exhibit (Por favor, Toca la Exposición) utiliza la gran pantalla, tamaño libro, del iPad y las funciones de agitar, permitiendo a los usuarios explorar la colección de museo mediante 10 temas de historia social y ciencia especialmente conservados. De forma similar, los aspectos destacables del show Nueva York Expresionista Abstracto del MoMA sólo están disponibles en iPad. La aplicación AB EX NY ofrece imágenes en alta resolución de obras selectas, vídeos e información más profunda sobre el arte y los artistas. Eso también incluye una historia de la Ciudad de Nueva York que ofrece un mapa multimedia de los estudios, bares y otros puntos de interés.

Uno de los principales atractivos de aplicaciones como éstas es que ofrecen a la gente una experiencia rica parecida a un tour lejos de las instituciones en sí mismas –antes, después o en realidad en lugar de una visita física. “Uno de los usos de los que nos hemos dado cuenta que la gente realmente viene a disfrutar (sobre nuestros tours de aplicaciones) es el “coger para llevar”, dijo Ted Forbes, productor multimedia del Museo de Arte de Dalas en la Conferencia Tate Handheld de 2010: “Quizás ellos participan en parte del tour mientras están delante de los objetos, pero ellos también van a casa y vuelven a ver los tours después de su visita. Tiene una gran aplicación en estas áreas, por lo que es realmente importante para nosotros ser capaces de ofrecer estos tours”.

Una de las cuestiones que surgió en la conferencia All In Hand: Working with Handheld Devices (Todo en la Mano: Trabajando Con Dispositivos de Mano) de la Asociación de Museos, que tuvo lugar en el Royal College of Surgeons en julio de 2010, fue si una institución cultural podría permitirse desarrollar aplicaciones móviles y si la organización podría esperar recuperar la inversión. Para resumir, ¿generan ingresos las guías móviles?

No existen respuestas sencillas para estas preguntas ya que cada proyecto y museo tiene sus propios requerimientos, público objetivo y presupuestos, pero es interesante señalar que las aplicaciones para iPad tienen un mayor precio medio que las aplicaciones para iPhone, implicando esto quizás una mayor expectativa de usuario para el iPad. Aunque la mayoría de las aplicaciones para iPad de los museos se han ofrecido hasta ahora gratuitamente, existe la posibilidad de unas la Tienda de Aplicaciones de Apple como mecanismo para generar ingresos del contenido multimedia, algo que habría sido casi imposible con las aplicaciones de quiosco de la galería tradicional.

El éxito de la aplicación para iPad de fotojornalismo del Guardian, Eyewitness (Testigo Ocular), ha llevado a planear una versión mejorada, pero de pago, en el futuro, según la Edad de los Nuevos Medios (New Media Age). Aunque el Eyewitness está fuera del sector de los museos, no es difícil ver cómo el atractivo evidente de este contenido multimedia con calidad de producción podría también ser una fuente de ingresos y para la construcción de marca.

Los juegos relacionados con la exposición en concreto podrían ofrecen una fuente de ingresos, si pueden venderse como aplicaciones de juego por separado en la Tienda de Aplicaciones. Como dijo Jason DaPonte, antiguo editor de gestión de la BBC Mobile, en la Tate Handheld Conference: “Podrías no pensar que el mundo de los juegos sea tan importante para los museos, pero te reto a que pienses en ello muy, muy seriamente. Si miras a las tiendas de aplicaciones, normalmente las apps más populares –nueve o diez del Top Ten – siempre son juegos. Por eso ve adonde esté tu público, mira qué hace y mira cómo puedes llegar allí.”

En el Powerhouse Museum de Sydney, un juego de la galería llamado WaterWorx se presentó a través de 8 iPads en el espacio de la exposición. Aquí es donde los dispositivos tablet más grandes se distinguen del contenido multimedia basado en Smartphone: tienen el tamaño suficiente para funcionar como los “Kioscos” de una Galería. Al mismo tiempo, la aplicación o juego puede usarse en casa por los que tienen un iPad. Según Seb Chan, jefe te tecnologías digitales, sociales y emergentes en el Powerhouse Museum, el juego WaterWorx podría ahora mejorarse para su lanzamiento comercial en la Tienda de Aplicaciones, generando ingresos para el museo.

Por eso, quizás la pérdida del factor sorpresa de la tecnología no es una maldición en absoluto. Puede simplemente significar que las instalaciones interactivas se desarrollan en base a la importancia y el contenido y no a causa de una obligación que se percibe para incluir un elemento tecnológico en un espacio de exposición. Como dice Silvia Filippini Fantoni, productora en la consultora de medios digitales Cogapp, en el blog del grupo: “La interpretación móvil no va sobre tecnología. Va sobre la experiencia del usuario y particularmente sobre el contenido. Los museos deberían centrarse más en contar una historia que responda a preguntas, cree emociones e inspire una respuesta antes que en usar la “tecnología por la tecnología”.

Chan se hace eco de esto, al señalar también el nuevo papel del consumidor de tecnología en el desarrollo multimedia del museo. “(WaterWorx) trae con él una lección explícita de que el entretenimiento y la informática que pueden tener los visitantes en sus manos fuera del museo siempre va a ser mejor que, o al menos igual, que lo que los museos pueden desplegar por sí mismos. Por eso, mejor que continuar con la carrera de armamentos, el despliegue del iPad es un medio para atraer de nuevo la atención del visitante y recursos de desarrollo sobre el contenido y para participación – no tecnologías de visualización”.

 

Cambiando el modelo de negocio del museo


Los presupuestos de los museos están sometidos a una presión creciente y esto parece que va a empeorar antes que mejorar. Los gobiernos europeos están tomando el concepto del “estilo americano de financiación altruista” en lugar del dinero público.

Este tipo de altruismo puede tardar décadas en desarrollarse y para las instituciones regionales y más pequeñas es improbable que exista un patrocinio a gran escala. Este es un reto tremendo para aquellos que dirigen las instituciones culturales y es vital un movimiento hacia un camino más emprendedor de hacer las cosas.

El concepto de lo que es un museo ha evolucionado constantemente desde las primeras colecciones privadas y, quizás, este crujido de la financiación acelerará el cambio. El museo debe mirar por sus activos tanto en términos de infraestructura, colecciones, programa y habilidades para buscar nuevas formas de generar ingresos.

Para mí, el centro de cualquier cambio debería ser la participación entre la gente y el museo, rompiendo las barreras entre la institución y la comunidad y abrazando la ideal del museo como un tercer espacio, invitando a la gente que servimos a sugerir nuevas formas de utilizar el museo.

Una idea que sugirió Jon Pratty en 2009 estaba basada en el modelo de la escuela extendida:

El Museo Extendido es una encarnación física de los medios sociales que ahora conocemos y amamos. Es sólo que está asentado en el museo o galería que todos nosotros de alguna forma debemos asumir el reto de encontrar nuevas formas de uso o financiación.

En la escuela extendida la gente se encuentra y disfruta después de clase. Tienen lugar todo tipo de actividades en todas las partes de la escuela y esto atrae a muchos tipos de personas, incluso a aquellos a los que a menudo no les gusta la escuela ni la “educación”. Los ciudadanos adultos van a clases nocturnas. Los grupos de Yoga se estiran y sudan. La gente trae nuevos flujos de ingresos a este espacio haciendo esto. No sólo grupos privados, sino que las agencias de servicios sociales y educación local también utilizan este espacio.

En el Museo Extendido, podemos trabajar en torno a las barreras tradicionales de “abrir al público” que son obvias: las colecciones y la seguridad pueden estar sobre todo en nuestra mente. Dentro de los modos de cultura tradicionales, podríamos aún solicitar activamente ideas sobre conservación e interacciones.

En lugar de clases tradicionales para la apreciación del arte, podríamos Provocar a la gente para que ofrezca nuevas interpretaciones de las antiguas colecciones. Podríamos mirar nuestras colecciones y espacios de arte públicos e intentar imaginar a qué otros propósitos sociales podrían servir: clases de meditación en salas de reparto; delincuentes juveniles haciendo servicios a la comunidad rodeados de reliquias de la primera guerra mundial; personas nuevas en el país aprendiendo inglés en medio de una colección de obras de todo el mundo, etc.

Hablamos de museos que contienen testimonios del pasado para ayudarnos a descifrar el presente, pero ¿hemos intentado realmente explorar esta “importancia” trabajando de una forma más participativa y consensuada?

Así podríamos tener un museo que emerge más con los significados y necesidades sociales – uno que accede a una financiación de la comunidad, que es parte del paisaje social, educativo y cultural de la ciudad.

Este es el tipo de pensamiento radical que necesita el sector y no es difícil ver cómo podría esto encajar con la misión de la mayoría de las instituciones.

En tiempos difíciles, necesitamos pensamiento innovador y un liderazgo inspirador, pero ambas cosas parecen faltar en un sector acostumbrado a tener el tiempo y el dinero para moverse lentamente

El Museo y la RFID


La tecnología se utiliza a menudo por los museos y galerías para crear momentos de interacción que animan a una consideración más profunda sobre una colección o tema. Al mismo tiempo, utilizar el software y hardware puede traer un momento teatral y magia a las exposiciones. Pero escoger y desarrollar tecnologías interactivas puede estar plagado de escollos: ¿Qué hay a nuestra disposición? ¿Es demasiado caro? ¿Se puede confiar en eso? ¿Lo entenderá la gente? Y la pregunta más importante de todas: ¿Es apropiado?

Una opción para la lograr la interacción del visitante en una exposición es el uso de un sistema RFID. RFID significa Identificación por Radiofrecuencia, que tal vez suena complejo, pero que es un método sencillo, relativamente barato y fiable de establecer conexiones entre los visitantes y las instalaciones o exposiciones.

Si alguna vez has usado el sistema de viaje de la tarjeta Oyster en Londres, has usado una tarjeta RFID y su lector. Manejando miles de pasajeros cada día, Oyster ofrece una comunicación robusta, rápida y sin problemas entre tu cuenta personal y la red de conexiones de transporte.

La belleza de la radio es su invisibilidad. Cuando pasamos una tarjeta cerca de un lector, que puede estar incrustado en otro objeto o “prop”, se crea una comunicación directa e inmediata con el software del ordenador, sin la necesidad de que el usuario introduzca datos físicamente. En el entorno de un museo, las etiquetas y lectores RFID pueden utilizarse para trazar la ruta del visitante individual a través de una exposición y quizás para la creación de un registro de las respuestas a las preguntas temáticas o un registro de logros en los juegos interactivos.

En la exposición A’DAM del Museo Histórico de Ámsterdam , el hombre y la moda, que se ofrece hasta el 1 de febrero, un elemento interactivo basado en tecnología RFID funciona a través del espacio. Al inicio de la exposición, los visitantes crean un perfil personal que se vincula a su tarjeta de identificación A’DAM. En varios puntos de la exposición esta tarjeta RFID se utiliza para registrar las preferencias personales en relación a la ropa, la propia imagen y la moda, incluyendo la elección de marcas para las cosas como, por ejemplo, cerveza, zapatos, pantalones vaqueros y ropa interior.

Cada selección se registra, de igual forma que un viaje a través de Londres, en el sistema Oyster y al final de la exposición los datos se utilizan para revelar el perfil de un participante, mostrando cómo la imagen de sí mismo se compara con otros visitantes. Come dice el museo: “los visitantes se convierten en parte de la exposición.”

El concepto de ID de A’DAM se desarrolló a partir de un taller entre los conservadores del museo, diseñadores gráficos, personal de educación y de marketing, junto al grupo de diseño Koos Buro. Según Hester Gersonius, director del museo de los medios sociales y la web, hay una serie de elementos que todos querían en la exposición, incluyendo un cuestionario personal, una fotografía, el perfil de los participantes y algo que la gente pudiese recibir por email después de su visita.

“Hemos utilizado el sistema de RFID como un tipo de ensayo para futuras exposiciones”, dice Gersonius. “Una cosa que hemos aprendido es que hay que mantener las cosas muy sencillas para que la gente entienda - algunos visitantes estaban pasando sus tarjetas sobre las pantallas con las instrucciones, en lugar de sobre los pilares donde los estaban los lectores integrados, por ejemplo. Pero ahora que la gente se ha acostumbrado a eso, creo que va a esperar algo similar en la siguiente exposición. Hemos invertido en el hardware y lo vamos a utilizar de nuevo en nuestra próxima exposición permanente.

Un uso similar de la RFID fue presentado en la Science Of Survival, una exposición itinerante creada por la The Science Of …, donde las instalaciones piedieron a los visitantes que tomasen decisiones sobre distintos estilos de vida relacionados con el contenido de la exposición (incluidas las zonas de alimentación y bebida y las de transporte y construcción ). De nuevo, cada decisión se registró y se compiló en la visualización final: La Ciudad Futura, que predeciría el impacto ambiental de estos estilos de vida en una futura comunidad del año 2050.

En ambos ejemplos, la tarjeta y el lector RFID se utilizan como una forma sencilla de implementar las respuestas de los visitantes en el contenido de la propia exposición. Esto ayuda a promover una interacción cognitiva con las ideas a mano haciendo conexiones temáticas entre las diferentes áreas de las exposiciones.

Otras tecnologías “de entrada de datos”, como el teclado y el ratón, los botones físicos, dispositivos de pantalla táctil o los escáneres de códigos de barras, podrían haberse utilizado para recopilar la misma información, pero para un seguimiento simple de las respuestas, el sistema RFID es probablemente el más elegante. Como beneficio añadido para el museo, los lectores RFID se pueden utilizar para grabar el uso anónimo, aunque individualizado, de los visitantes y los tiempos de espera para su posterior análisis. Del mismo modo, en el British Music Experience del O2 de Londres, los visitantes pueden utilizar las etiquetas RFID en sus entradas para “recoger” los objetos y exposiciones en los que están interesados ​​de forma que luego lo pueden ver en la línea en sus ratos de ocio después de su visita.

Otro beneficio del sistema RFID es su coste relativamente bajo, especialmente cuando las tarjetas se compran al por mayor. La tarjetas y los lectores operan en diferentes coberturas, siendo la cobertura más bajo normalmente la más barata, por lo que merece la pena elegir con cuidado, dependiendo de las necesidades de las instalaciones.

Pero la magia de la tecnología RFID realmente sale a la palestra cuando los lectores están incrustados en el interior (o cerca) de otros objetos. Un buen ejemplo es el iTEA, un lector de tazas creado por un equipo conjunto de diseñadores y programadores de Ámsterdam en un taller organizado por RFID Mediamatic. Deja tu tarjeta de identificación en la taza e información sobre ti, con origen en internet, se proyecta sobre la mesa ante ti.

Un sistema RFID “oculto” también se usa en la exposición de Nobel Pace Center en Oslo, Noruega, que ofrece las tecnologías interactivas diseñadas por la estadounidense Small Design Firm. En la Noble Chamber del centro, un “libro” de la vida de Alfred Nobel usa proyecciones para crear sus páginas y sensores infrarrojos para detectar dónde está señalando la gente sobre la página. Los chips RFID están integrados en cada página para indicar al ordenador qué página está abierta y, por lo tanto, qué proyectar.

Como pasa con cualquier tecnología en un entorno de museo, una cuidadosa consideración de los objetivos de la exposición y sus requisitos, el contenido, los objetos y las historias, el presupuesto previsto, los planes de diseño y el entorno físico en sí mismo determinarán qué tipo de enfoque interactivo, si es que habrá alguno, es el más adecuado. Pero como muestran los ejemplos de aquí, el sistema RFID puede ofrecer una interfaz sencilla y a menudo encantadora entre las personas y las instalaciones digitales.

La audiencia está muerta, dejemos hablar a los participantes en su lugar


 

La audiencia es la pieza clave de mucho de lo que hace un museo y las encuestas de visitantes y segmentación de la audiencia han mejorado durante la pasada década nuestra comprensión de las personas que atraviesan nuestra puerta.

En términos de audiencia, siendo esta la receptora de una representación o servicio, “audiencia” no nos parece la mejor forma de describir al consumidor usuario del museo moderno. Se trata más bien de personas que viven vidas crecientemente digitales, donde no hay espectadores, sino participantes activos, que se implican activamente a través de programas y proyectos de gran alcance.

Aunque parece improbable que el uso de la palabra “audiencias” cambie, pienso que es útil para nosotros pensar en la gente que escoge interactuar con los museos, tanto digitalmente como haciendo visitas como “participantes”.

Ya estés planeando una nueva exposición, un plan de marketing o una web, pensar sobre cómo puedes implicarte con los “participantes” de tu museo, mejor que con la “audiencia”, te dará una perspectiva mental diferente.

Marketing para participantes

En febrero de 2011, un grupo de museos y galerías de Yorkshire (Inglaterra) lanzaron una campaña de marketing para promocionar colecciones arte en pantalla en 35 lugares del condado.

La campaña decidió no aclamar lo bueno que era el arte de estos museos y galerías, sino que, en su lugar, pidió al público que participase en la campaña compartiendo historias sobre su pintura favorita.

La campaña Yorkshire’s Favourite Painting (Pintura Favorita de Yorkshire) ofreció un premio único: la oportunidad de ganar una réplica de una pintura que te encantase y, en seis semanas, más de 400 personas tuvieron la oportunidad de entrar en la competición. Las historias sobre por qué la gente adoraba estas pinturas eran diversas, desde el conmovedor relato de una madre que había perdido a su hijo en el conflicto de Afganistán y se acordó de él por una pintura de Lowry, hasta un niño de seis años que “le gustaban las damas adorables” de una pintura de sirenas y una dama que quería ganar una réplica de una obra de arte por su padre, famoso artista.

Mientras que 400 personas escribieron historias, muchas más participaron de otras formas, compartiendo historias a través de los medios sociales, dejando comentarios y votando historias.

La web atrajo decenas de miles de clics, pero la campaña resonó más allá, con participantes online que se convertían en visitas del mundo real.

Páginas Web Para Participantes

Mientras que los museos están creando oportunidades para que el público participe online mediante su uso de Facebook y Twitter, la mayoría de las webs de los museos no han incorporado este tipo de interacción en sus propias webs.

El Teylers Museum, el primer y más antiguo museo de Holanda es uno de tales museos. Su web ofrece al público toda la información previa a la visita que pueda necesitar, pero no parece dar al público la oportunidad de participar de forma significativa.

Sin embargo, el Teylers Museum tiene otra web, construida utilizando la herramienta para redes sociales NING, que rompe las limitaciones y da vida al museo de una forma que no lo logra su página principal. La web invita a cualquiera a participar uniéndose a esta mini red social de conservadores, asociados y amigos del museo.

Herman Voogd del Teylers Museum explica: “Empezamos a usar NING para dar a todos los fans del museo Teyler y nuestro equipo profesional la oportunidad de dejar fotos y mensajes sobre nuestro museo.”

Nos gusta la idea de tener una web tradicional para el museo y a la vez algo que es más abierto: un blog, un álbum de fotos, donde cada miembro del equipo tiene más libertad. En nuestra web de NING no importa que la foto no sea clara como el cristal o que la película esté hecha por un novato.

“La regla es no gastar mucho tiempo, sino compartir mucho conocimiento sobre el museo o sus colecciones”

Usar NING como plataforma da al público la oportunidad de participar no sólo comentando el contenido añadido a la web por el museo, sino también iniciando sus propias conversaciones y compartiendo su propia perspectiva del museo.

Últimamente, veo a todas las webs de museos dar a su audiencia la posibilidad de participar de esta forma. Este acercamiento lleva más tiempo y esfuerzo que una web tradicional, y muchos pueden preocuparse sobre los recursos que una comunidad online tal requeriría. Pero si un museo no tiene tiempo de participar en las conversaciones con su audiencia (incluso online) entonces pienso que necesita replantearse sus prioridades.

 

Exposiciones para participantes

Otra forma de implicar a nuestra audiencia como participantes es mediante las exposiciones de creación conjunta. Pienso que se trata de una oportunidad excitante que sólo estamos empezando a ver que exploran los museos.

Este tipo de creación conjunta toma varias formas. Podría ser una exposición sobre historia a la que se da forma mediante las contribuciones de la gente que vivió durante el evento de que se trate; una exposición de arte con participación de la multitud creada con el público o pidiendo a los visitantes que escriban nuevas etiquetas para las pinturas.

Un ejemplo reciente viene del CCCB de Barcelona, donde una exposición de fotografía del fotógrafo del siglo XX Josep Brangulí está siendo asociada por un mismo proyecto del siglo XXI. Se pidió a los fotógrafos contemporáneos que respondiesen a los temas de la exposición (y el trabajo de Josep Brangulí) mediante una llamada abierta que aprovechó la próspera comunidad Flickr de Barcelona para atraer 2000 propuestas en un mes.

Una foto que refleje cada uno de los temas de la exposición se mostrará junto al trabajo de Josep Brangulí, mientras que todas las propuestas serán mostradas en una proyección.

Este no es un medio social por el bien de una tendencia, sino usar la tecnología para hacer una exposición mejor mediante la participación pública y al hacerlo así CCCB también está haciendo pensar a los individuos, que están tomándose su tiempo para implicarse, más profundamente sobre los temas de la exposición y el mundo cambiante capturado en ambas imágenes, las de Brangulí y las contemporáneas.

Este tipo de participación reconoce que el público tiene una voz válida dentro del museo y que estos individuos tiene algo con que contribuir.

Conclusión

Lo que tienen en común estas formas de participación es que demuestran que el público tiene una voz válida dentro del museo y que estos individuos tienen algo con lo que contribuir, haciendo a menudo la exposición mejor que si se hiciese sin la participación del público.

Quizás sea ingenuo pensar que la mejor experiencia siempre exista dentro del museo.

Nuestras audiencias no son espectadores pasivos. Cada vez esperan más que los museos les ofrezcan la experiencia de participar y eso debería reflejarse en la forma en que el museo moderno se acerca a ellos.

No consideres a la gente que atraviesa tus puertas o interactúa contigo online como “audiencia”; piensa qué puedes hacer tú por tus participantes.